Había una vez una chica que se mordía las uñas, esto era algo que ella hacía desde la infancia debido a la ansiedad que tenía, esto le provocó que sintiera vergüenza al tener que mostrar sus uñas en publico. Cuando la chica fue lo suficientemente mayor para trabajar, comenzó a visitar salones de uñas y gastar su dinero en uñas acrílicas. Cada 2-3 semanas, la chica iba y pasaba horas en el salón, gastando entre $350 y $600 pesos en nuevos diseños y retoques. Aunque hacerse las uñas le ayudaba a encontrar la confianza que le faltaba cuando se mordía las uñas, este hábito era un poco costoso pero continuó así durante años. A veces iba otras veces no según la situación de su cuenta bancaria.

Avancemos hasta 2020. El mundo se cerró y visitar el salón de uñas ya no era una opción para muchos. La chica que se había acostumbrado a sentirse segura volvió a tener uñas pequeñas, quebradizas y mordidas.

Desesperada, compró una lámpara UV y un kit de gel en Amazon para intentar hacerse la manicura ella misma. Cuatro horas y un gran desorden después, la chica se dio cuenta de que esta no era una solución sostenible para su problema. Buscó y buscó en Google tratando de encontrar una manera de obtener una bonita manicura casera cuando se topó con las uñas postizas. No tenía idea de cómo aplicarlas ni cuánto durarían, pero la situación era desesperada.

Su mayor desafío fue encontrar diseños que le encantaran. Todo en las farmacias y en los mercados estaba tan anticuado, con diseños que usarían tal vez personas de edad más adulta. También todas eran super delgadas y nada resistentes. Pero a la chica le encantaba lo rápidas y practicas que eran las uñas postizas en comparación con las visitas al salón, así que siguió intentando encontrar una marca que lo tuviera todo.

Al seguir investigando se dio cuenta de un vacío en el mercado. No había una tienda única para uñas postizas que ofreciera estilos modernos, que fueran de calidad y resistentes, y que fueran elaborados con productos de salón. Así que decidió emprender el camino y crear la marca que sentía que faltaba.

La chica sabía que el viaje para llevar la marca a la vida no sería fácil y requeriría mucho trabajo y tiempo, pero lo hizo por cada persona que alguna vez había gastado su valioso tiempo y dinero buscando esa confianza que le faltaba tantos años atrás.

Hola, soy Lizbeth, fundadora de Lima Nails.